Instituto Presidente Errázuriz

"50 AÑOS Evangelizando Chile"

PORTAL NOTAS

Evangelio Día miércoles 16 Agosto 2017

Miércoles de la decimonovena semana del tiempo ordinario

San Roque Enfermero 

Leer el comentario del Evangelio por 
San Efrén : «Yo estoy allí, en medio de ellos» 

Deuteronomio 34,1-12.

Moisés subió de las estepas de Moab al monte Nebo, a la cima del Pisgá, frente a Jericó, y el Señor le mostró todo el país: Galaad hasta Dan, 
todo Neftalí, el territorio de Efraím y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Occidental, 
el Négueb, el Distrito y el valle de Jericó - la Ciudad de las Palmeras - hasta Soar. 
Y el Señor le dijo: "Esta es la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les dije: "Yo se la daré a tus descendientes". Te he dejado verla con tus propios ojos, pero tú no entrarás en ella". 
Allí murió Moisés, el servidor del Señor, en territorio de Moab, como el Señor lo había dispuesto. 
El mismo lo enterró en el Valle, en el país de Moab, frente a Bet Peor, y nadie, hasta el día de hoy, conoce el lugar donde fue enterrado. 
Cuando murió, Moisés tenía ciento veinte años, pero sus ojos no se habían debilitado, ni había disminuido su vigor. 
Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en las estepas de Moab. Así se cumplió el período de llanto y de duelo por la muerte de Moisés. 
Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había impuesto sus manos sobre él; y los israelitas le obedecieron, obrando de acuerdo con la orden que el Señor había dado a Moisés. 
Nunca más surgió en Israel un profeta igual a Moisés - con quien el Señor departía cara a cara - 
ya sea por todas las señalas y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto contra el Faraón, contra todos sus servidores y contra todo su país, 
ya sea por la gran fuerza y el terrible poder que él manifestó en presencia de todo Israel. 


Mateo 18,15-20.

Jesús dijo a sus discipulos: 
Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. 
Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. 
Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. 
Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. 
También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. 
Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos. 

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios. 

Leer el comentario del Evangelio por : 

San Efrén (c. 306-373), diácono en Siria, doctor de la Iglesia 
Himno inédito 

«Yo estoy allí, en medio de ellos»

 

El que celebra solo en el corazón del desierto, 
él mismo es una asamblea numerosa. 
Si dos se unen para celebrar entre las rocas, 
millares y miríadas están allí presentes. 
Si son tres los que se juntan,hay un cuarto entre ellos. 
Si hay seis o siete, doce mil millares se han juntado. 
Si se ponen en fila, llenan el firmamento de oración. 

Si son crucificados sobre la roca, y señalados con una cruz de luz, 
se ha fundado la Iglesia. 
Si están reunidos, 
el Espíritu planea sobre sus cabezas. 
Y cuando terminan su oración, 
el Señor se levanta y sirve a sus siervos (Lc 12,37; Jn 13,4).

Evangelio Día viernes 11 Agosto 2017

Viernes de la decimoctava semana del tiempo ordinario

Santa Clara de Asís 

Leer el comentario del Evangelio por 
San Paulino de Nola : «El que tome su cruz que me siga» 

Deuteronomio 4,32-40.

Pregúntale al tiempo pasado, a los días que te han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante. 
¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y pudo sobrevivir?. 
¿O qué dios intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con milagros, signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y realizando tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ustedes en Egipto, delante de tus mismos ojos?. 
A ti se te hicieron ver todas estas cosas, para que sepas que el Señor es Dios, y que no hay otro dios fuera de él. 
El te hizo oír su voz desde el cielo para instruirte; en la tierra te mostró su gran fuego, y desde ese fuego tú escuchaste sus palabras. 
Por amor a tus padres, y porque eligió a la descendencia que nacería de ellos, el Señor te hizo salir de Egipto con su presencia y su gran poder; 
desposeyó a naciones más numerosas y fuertes que tú, te introdujo en sus territorios y te los dio como herencia, hasta el día de hoy. 
Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios - allá arriba, en el cielo y aquí abajo, en la tierra - y no hay otro. 
- Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre. 


Mateo 16,24-28.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. 
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. 
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida? 
Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras. 
Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su Reino". 

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios. 

Leer el comentario del Evangelio por : 

San Paulino de Nola (335-431), obispo 
Carta 38, 3-4.6 

«El que tome su cruz que me siga»

 

Al cumplirse el misterioso designio de su bondad, el Señor tomó la condición de esclavo y se digno rebajarse hasta la muerte de cruz(Fl 2,8). Para realizar en nuestro corazón, por medio de una humillación visible, aquella celestial sublimación, para nosotros invisibles. Considera pues, de qué altura nos precipitamos desde el principio, y comprenderás que por voluntad de la divina sabiduría y por su bondad somos restituidos a la vida. Con Adán caímos en la soberbia; por eso somos humillados en Cristo para poder cancelar la antigua culpa con el remedio de la virtud contraria, de modo que los que con la soberbia ofendimos a Dios, le aplaquemos poniéndonos a su servicio. 

Alegrémonos, y gocemos en aquel que nos ha hecho objeto de su lucha y de su victoria, diciendo:»Tened valor, oye vencido al mundo»(Jn16,33)... El invencible, peleará por nosotros y vencerá en nosotros. Entonces el príncipe de las tinieblas será echado fuera, aunque no ciertamente fuera del mundo, sino fuera del hombre, cuando al penetrar en nosotros la fe, es obligado a salir fuera y dejar libre el puesto a Cristo; cuya presencia pone en fuga al pecado y significa el destierro de la derrota de la serpiente... 

Que los oradores guarden su elocuencia, los filósofos su sabiduría, los reyes sus reinos; para nosotros la gloria las riquezas y el reino, es Cristo; nuestra sabiduría, es la locura del Evangelio; la fuerza es, la debilidad de la carne, y la gloria, es el escándalo de la cruz.

Evangelio Día jueves 10 Agosto 2017

 

Beatos Francisco Drzewiecki 

Leer el comentario del Evangelio por 
San Ambrosio : «Si muere, da mucho fruto» 

San Pablo a los Corintios 2 9,6-10.

Sepan que el que siembra mezquinamente, tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad, cosechará abundantemente. 
Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. 
Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras. 
Como dice la Escritura: El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente. 
El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia. 


Juan 12,24-26.

Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. 
El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. 
El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre. 

Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios. 

Leer el comentario del Evangelio por : 

San Ambrosio (c. 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia 
De los Oficios de los ministros I,84 ; II,28 ; PL 16,84 

«Si muere, da mucho fruto»

 

Cuando san Lorenzo vio que llevaban al obispo Sixto al martirio, se puso a llorar. No fue el sufrimiento de su obispo lo que le hizo derramar lágrimas sino el hecho de que fuera al martirio sin él. Por eso lo interpeló con estas palabras: «¿Dónde vas, Pedro, sin tu hijo? ¿Hacia dónde te apresurar a ir sin tu diácono? ¡Tú tenías la costumbre de jamás ofrecer el sacrificio sin ministro!... Da, pues, prueba de que has escogido a un buen diácono: aquél a quien has encomendado el ministerio de la sangre del Señor, aquél con quien compartes los sacramentos ¿rechazarás comulgar con él el sacrifico de la sangre?»... 

El papa Sixto respondió a Lorenzo: «No es verdad que me olvido de ti, hijo mío, ni te abandono, sino que te dejó para que sostengas más grandes combates. Soy viejo y no puedo sostener más que una ligera lucha, pero tú eres joven y te queda mantener un triunfo mucho más grande y glorioso contra el tirano. Muy pronto vendrás, seca tus lágrimas. Dentro de tres días, tú me seguirás...» 

Tres días después Lorenzo fue arrestado. Se le pide que traiga los bienes y los tesoros de la Iglesia. Y promete obedecer. Al día siguiente lleva consigo a los pobres. Le preguntan dónde están los tesoros que debía llevarles. Les enseña los pobres diciendo: «Aquí tenéis los tesoros de la Iglesia. ¿Qué mejores tesoros tendría Cristo sino aquellos de quien dijo: 'Lo que hagáis a uno de estos pequeños, me lo hacéis a mí'?» (Mt 25,40). Lorenzo mostró estos tesoros y venció porque el perseguidor no tenía ningún deseo de quitárselos. Pero, furioso, lo hizo quemar vivo.

Evangelio Día Miércoles 09 Agosto 2017

Miércoles de la decimoctava semana del tiempo ordinario

Santa Edith Stein 

Leer el comentario del Evangelio por 
Julián de Vézelay : “Mujer, qué grande es tu fe!” 

Números 13,1-2.25-33.14,1.26-29.34-35.

El Señor dijo a Moisés: 
"Envía unos hombres a explorar el país de Canaán, que yo doy a los israelitas; enviarás a un hombre por cada una de sus tribus paternas, todos ellos jefes de tribu". 
Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país. 
Entonces fueron a ver a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los israelitas en Cades, en el desierto de Parán, y les presentaron su informe, al mismo tiempo que les mostraban los frutos del país. 
Les contaron lo siguiente: "Fuimos al país donde ustedes nos enviaron; es realmente un país que mana leche y miel, y estos son sus frutos. 
Pero, ¡qué poderosa es la gente que ocupa el país! Sus ciudades están fortificadas y son muy grandes. Además, vimos allí a los anaquitas. 
Los amalecitas habitan en la región del Négueb; los hititas, los jebuseos y los amorreos ocupan la región montañosa; y los cananeos viven junto al mar y a lo largo del Jordán". 
Caleb trató de animar al pueblo que estaba junto a Moisés, diciéndole: "Subamos en seguida y conquistemos el país, porque ciertamente podremos contra él". 
Pero los hombres que habían subido con él replicaron: "No podemos atacar a esa gente, porque es más fuerte que nosotros". 
Y divulgaron entre los israelitas falsos rumores acerca del país que habían explorado, diciendo: "La tierra que recorrimos y exploramos devora a sus propios habitantes. Toda la gente que vimos allí es muy alta. 
Vimos a los gigantes - los anaquitas son raza de gigantes - Nosotros nos sentíamos como langostas delante de ellos, y esa es la impresión que debimos darles". 
Entonces la comunidad en pleno prorrumpió en fuertes gritos, y el pueblo lloró toda aquella noche. 
Luego el Señor dijo a Moisés y a Aarón: 
"¿Hasta cuándo esta comunidad perversa va a seguir protestando contra mí? Ya escuché las incesantes protestas de los israelitas. 
Por eso, diles: "Juro por mi vida, palabra del Señor, que los voy a tratar conforme a las palabras que ustedes han pronunciado. 
Por haber protestado contra mí, sus cadáveres quedarán tendidos en el desierto: los cadáveres de todos los registrados en el censo, de todos los que tienen más de veinte años. 
Ustedes cargarán con su culpa durante cuarenta años, por los cuarenta días que emplearon en explorar la tierra: a razón de un año por cada día. Entonces conocerán lo que significa rebelarse contra mí. 
Así lo he dispuesto yo, el Señor. De esa manera trataré a toda esta comunidad perversa que se ha confabulado contra mí: hasta el último hombre morirá en este desierto". 


Mateo 15,21-28.

Jesús partió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón. 
Entonces una mujer cananea, que procedía de esa región, comenzó a gritar: "¡Señor, Hijo de David, ten piedad de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio". 
Pero él no le respondió nada. Sus discípulos se acercaron y le pidieron: "Señor, atiéndela, porque nos persigue con sus gritos". 
Jesús respondió: "Yo he sido enviado solamente a las ovejas perdidas del pueblo de Israel". 
Pero la mujer fue a postrarse ante él y le dijo: "¡Señor, socórreme!". 
Jesús le dijo: "No está bien tomar el pan de los hijos, para tirárselo a los cachorros". 
Ella respondió: "¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!". 
Entonces Jesús le dijo: "Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!". Y en ese momento su hija quedó curada. 



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios. 



Leer el comentario del Evangelio por : 

Julián de Vézelay (c. 1080-c. 1160), monje benedictino 
Sermón 17 (SC 93) 

“Mujer, qué grande es tu fe!”

 

     “No está bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perrillos.” La mujer acoge la palabra y replica: “Eso es cierto, Señor”, como si dijera: ... ”Yo no pido más que una migaja de la mesa y de la mano del amo generoso que da el alimento a todo viviente (cf Sal 135,25) Tu obsequias a los judíos como hijos. Por esto, te lo pido, no rehúses una migaja a tu pequeña perra cananea.” 

     Jesús le dice: “Mujer, qué grande es tu fe!” Reprocha a Pedro su poca fe. (Mt 14,31) Admira la gran fe de esta mujer. Realmente tiene una fe grande pues proclama que el Verbo hecho carne (Jn 1,14) es el Hijo de David, y porque, segura del poder divino, tiene confianza de que puede restablecer la salud de su hija ausente, simplemente con un acto de su voluntad. 

     Tú también, si tu fe es grande, una fe viva de la que vive el justo, (Rm 1,17) y no una fe muerta, sin alma, es decir, sin caridad, tú también obtendrás no sólo la salud completa de tu familia, de tu alma, sino tendrás poder para mover montañas.” (cf Mt 17,20)

 

Evangelio Día martes 08 Agosto 2017

Martes de la decimoctava semana del tiempo ordinario

Santo Domingo de Guzmán 

Leer el comentario del Evangelio por 
San Columbano : “Te abriste un camino por el mar, un sendero por las aguas caudalosas, y nadie descubrió tus huellas.” (Sal 76,20) 

Números 12,1-13.

Miriam y Aarón se pusieron a murmurar contra Moisés a causa de la mujer cusita con la que este se había casado. Moisés, en efecto, se había casado con una mujer de Cus. 
"¿Acaso el Señor ha hablado únicamente por medio de Moisés?, decían. ¿No habló también por medio de nosotros?". Y el Señor oyó todo esto. 
Ahora bien, Moisés era un hombre muy humilde, más humilde que cualquier otro hombre sobre la tierra. 
De pronto, el Señor dijo a Moisés, a Aarón y a Miriam: "Vayan los tres a la Carpa del Encuentro". Cuando salieron los tres, 
el Señor descendió en la columna de la nube y se detuvo a la entrada de la Carpa. Luego llamó a Aarón y a Miriam. Los dos se adelantaron, 
y el Señor les dijo: "Escuchen bien mis palabras: Cuando aparece entre ustedes un profeta, yo me revelo a él en una visión, le hablo en un sueño. 
No sucede así con mi servidor Moisés: él es el hombre de confianza en toda mi casa. 
Yo hablo con él cara a cara, claramente, no con enigmas, y el contempla la figura del Señor. ¿Por qué entonces ustedes se han atrevido a hablar contra mi servidor Moisés?". 
Y lleno de indignación contra ellos, el Señor se alejó. 
Apenas la nube se retiró de encima de la Carpa, Miriam se cubrió de lepra, quedando blanca como la nieve. Cuando Aarón se volvió hacia ella y vio que estaba leprosa, 
dijo a Moisés: "Por favor, señor, no hagas pesar sobre nosotros el pecado que hemos cometido por necedad. 
No permitas que ella sea como el aborto, que al salir del seno materno ya tiene consumida la mitad de su carne". 
Moisés invocó al Señor, diciendo: "¡Te ruego, Dios, que la cures!". 


Mateo 14,23-26.

Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo. 
La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra. 
A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar. 
Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. "Es un fantasma", dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar. 



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios. 



Leer el comentario del Evangelio por : 

San Columbano (563-615), monje, fundador de monasterios 
Instrucciones espirituales I, la fe 3-5 

“Te abriste un camino por el mar, un sendero por las aguas caudalosas, y nadie descubrió tus huellas.” (Sal 76,20)

 

Dios está en todas parte, todo entero, inmenso. Por todas partes está cerca según el testimonio que él da de sí mismo: “Yo soy un Dios cercano y no un Dios lejano”. El Dios que buscamos no es un Dios que está lejos de nosotros. Está en medio de nosotros si somos dignos de él. Habita en nosotros como el alma en el cuerpo si somos para él miembros sanos no contaminados por el pecado (cf 1Co 12,27). Así él habita verdaderamente en nosotros, tal como él mismo ha dicho: “Yo pondré mi morada en medio de vosotros y nunca os rechazaré. Viviré en medio de vosotros; seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo” (Lv 26,11-12). Queriendo habitar en nosotros, por gracia, nos vivifica verdaderamente, haciendo de nosotros sus miembros vivos. “En él vivimos, nos movemos y existimos” (Ac 17,28) como dice San Pablo. 

Pero ¿quién puede seguir al Altísimo hasta su ser inefable e incomprensible? ¿Quién escrutará las profundidades de Dios? ¿Quién sabrá tratar del origen eterno del universo? ¿Quién se gloriará de conocer a Dios infinito que penetra todo, que envuelve todo, que sobrepasa todo, que abraza todo y se sustrae a todo?”A Dios nadie lo vio jamás” (Jn 1,18) tal cual es. Que nadie tenga la presunción de querer sondear las impenetrables profundidades de Dios, el qué, el cómo, el por qué de su ser. No puede ser expresado ni escrutado ni penetrado. Simplemente, cree con fuerza que Dios es y que Dios siempre será tal cual es ya que en Dios no cabe cambio alguno.

 

HORARIO DE CLASES, ATENCION DE APODERADOS , HORARIO ENTRADA , SALIDA

Documentos de Pastoral

Documentos de Pastoral.

Proyecto educativo, reglamentos, manuales

Conozca toda la documentación del colegio.

Está aquí: Inicio Evangelio del día